martes, 19 de junio de 2007

Alumnos en pie y "profes" sin "piercing"

En Francia, los alumnos se levantarán cuando entre el maestro, en Italia habrá perros antidroga en los colegios y en Extremadura tendremos Rayuela.
Novedades en la educación. En Francia, los escolares tendrán que ponerse en pie cuando entre el maestro en clase. En Italia habrá perros antidroga en los colegios y en La Frontera empezará a aplicarse el programa Rayuela, que consiste en muchas cosas, entre ellas, que si tu hijo se fuga, tú te enteras al instante por un mensaje en el móvil. O sea: «Pipipí, pipipí... Su hijo se ha fugado de clase y se le ha visto en el cíber».
Si a todo esto se le añade que a un profesor de Granada lo han echado del trabajo por llevar un "piercing", imagínense el panorama, queridos escolares extremeños. Dentro de nada, en pie al entrar el profe, fuera "piercings", perros rebuscando tabaco y otras menudencias y cada vez que se ceda al impulso primaveral de quedarse en el bar tras el recreo: «Pipipí, pipipí, su hijo se ha fugado... Su hijo ha sacado un tres... Su hijo no se ha puesto en pie...».


Disciplina y respeto

Bromas aparte, lo cierto es que no solo en La Frontera, sino en Europa entera hay un movimiento desesperado por retomar la disciplina, el respeto y las buenas costumbres en el aula como solución a la ola de pasotismo libertario y fracaso escolar que nos invade. Pero claro, una cosa es el respeto y otra muy distinta este dejarse llevar por el cualquier tiempo pasado fue mejor.
En los 60-70, es verdad, cada vez que entraba alguien mayor de edad en el aula, ya fuera el profesor o el vendedor de cromos del álbum Fauna, nos poníamos todos en pie. No contentos con eso, rezábamos antes de cada clase, llamábamos de usted a cualquiera que tuviera más de 19 años, caminábamos por nuestra derecha, cedíamos el paso y el asiento a las señoras y a los mayores y saludábamos a todo el mundo a todas horas.
Hoy, si pides que te cedan el paso al ir por la derecha, los chavales te llaman dominguero (?). Si cedes el asiento a una señora, la pobre está tan poco habituada que piensa que se trata de algún timo o de alguna forma sofisticada de acoso y en el aula no solo se llama de tú, sino que se "determina" sin ningún rubor: «Hola ha venido el Pepe Sanguino... Oye, tío, has visto a la Ana», donde el tío es el catedrático de Sociales, la Ana es la de inglés y el Pepe Sanguino imparte Latín. De la quema solo se salva don Juan, el de "Reli", porque en La Frontera, la laxitud de costumbres puede con todo excepto con la Iglesia.
Esto de la educación es muy raro y nunca sabes cómo acabará cada generación. La del usted y el Rosario semanal ha sido la más descreída de la historia de España y la que más estragos ha sufrido por culpa de la heroína. ¿Qué saldrá de la del tío, tía, chacho, chacha, la Ana y el Pepe?
Fijémonos en los casos de Finlandia, donde se pueden descalzar en clase, Alemania, donde he visto a los escolares comer arroz y galletas mientras charlaban entre ellos al tiempo que el profesor de Matemáticas resolvía ecuaciones en la pizarra, o los norteamericanos, a quienes Elvira Lindo ha visto comer hamburguesas en clase y dormir en la biblioteca. ¿Son unos gamberros? Puede ser, pero también consiguen los más altos índices de éxito escolar.
En La Frontera hay algunos profesores que hacen que los alumnos se pongan en pie cuando ellos entran. Los chavales no se lo toman mal porque les suena a excepción y pitorreo. Deben de entender que se trata de algo así como la ola y les divierte. Pero como medida general, por ahora, ni perros antidroga, ni ponerse en pie ni prohibidos los "piercings" en los profesores. Lo nuestro será más sofisticado, se llamará Rayuela y se parecerá al ojo orwelliano que todo lo ve.
Se trata de un control informatizado de todo el proceso educativo: matriculaciones, calificaciones, incidencias, programaciones... Con un móvil y un ordenador, los padres estarán al día de las notas, las faltas y la evolución de sus hijos. Ya se aplicará en las matriculaciones del próximo curso y los niños vagos seguirán siendo vagos, pero, al menos, sus padres lo sabrán en tiempo real.
Fuente: Vocento VMT
(Informe de Mario Enrique Abait para el Departamento de prensa )

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